Este libro es del año 1987. Su edición original es del 84.
No hay más que ver las fotos. Esas tiendas debían ser las versiones nórdicas de las clásicas canadienses que había por aquí por aquellos tiempos.
En realidad, es un manual de travesía.
De lo que hoy llamamos travesía. Y tengo algún que otro libro de montaña, pero ninguno que trate sobre el tema de la travesía, así, al completo.
No hay más que ver las fotos. Esas tiendas debían ser las versiones nórdicas de las clásicas canadienses que había por aquí por aquellos tiempos.
En realidad, es un manual de travesía.
De lo que hoy llamamos travesía. Y tengo algún que otro libro de montaña, pero ninguno que trate sobre el tema de la travesía, así, al completo.
A día de hoy este libro está bastante anticuado. Tiene unas fotos que son para echarte a reír... o a llorar. Vaya tela. Y eso que habla de los avances de los materiales de finales del siglo XX.
Las mochilas de armazón, la indumentaria, los hornillos con cebador...
Pues bien, este libro anticuado está tan bien escrito que si le cambias las fotos y lo titulas "Manual de Travesía" nadie se iba a enterar.
Las travesías como la Camille, Carros de Foc, etc. permiten disfrutar de la montaña con alguna comodidad y con poco peso, pero carecen precisamente de aquello que diferencia una travesía de una excursión diurna, aunque sea de varios días seguidos:
Te llevas la casa a cuestas, te conviertes en nómada por unos días, y eso hace que las cosas cambien bastante, y no en todos aspectos a mejor.
Lo mejor es que pruebes, y luego decides si te compensa.
OTRAS ENTRADAS SOBRE TRAVESÍA
Te llevas la casa a cuestas, te conviertes en nómada por unos días, y eso hace que las cosas cambien bastante, y no en todos aspectos a mejor.
Lo mejor es que pruebes, y luego decides si te compensa.
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