LAS
FUERZAS TECTÓNICAS
En
ocasiones, las rocas sedimentarias pasan de estar en la posición en la que se
formaron (más o menos horizontal) a romperse, arrugarse o plegarse debido a las
fuerzas que ejercen las placas de la superficie terrestre cuando interactúan
entre sí.
Cuando estas capas de roca basculan por fuerzas compresivas, como en
el caso del choque entre la placa Ibérica y la Euroasiática, pueden llegar a
quedar en vertical, elevarse desde el fondo oceánico y dejarse erosionar por
las olas, para que nosotros podamos interpretarlas tomando el sol, un baño o
incluso un txakoli desde la playa de Itzurun.
Estas
capas son como las páginas de un libro que nos cuenta la historia de nuestro
planeta desde el Cretácico hasta el Terciario, o como un milhojas de
dimensiones divinas, llamado “FLYSCH”.
¿QUÉ
SIGNIFICA LA PALABRA “FLYSCH”?
El
término “flysch” viene del alemán antiguo y significa resbalar o deslizar. En
geología, se denomina así a una secuencia de capas de roca sedimentaria en la
que se alternan rocas duras, como la caliza, con capas de roca más blanda, como
las margas.
¿POR
QUÉ SE PRODUCE ESTA ALTERNANCIA DE ROCAS?
Uno
de los orígenes de la roca caliza (dura) está asociado a la actividad biológica
de animales marinos. Éstos producían una gran cantidad de conchas calcáreas que
se apilaban en el fondo oceánico.
El
origen de las rocas blandas (sedimentos arcillosos) se encuentra en la erosión
de tierras emergidas del mar, por acción del agua (lluvia, ríos…).
La mayor o menor cantidad de sedimento arcilloso depende del aporte que los continentes hagan al mar y éste, a su vez, de las condiciones climáticas del momento.
La mayor o menor cantidad de sedimento arcilloso depende del aporte que los continentes hagan al mar y éste, a su vez, de las condiciones climáticas del momento.
Así,
unas condiciones cálidas favorecerían
la vida marina, mientras que condiciones frías
aumentarían las precipitaciones que erosionarían la tierra y llevarían más
sedimentos arcillosos a los mares.

Es
como un hojaldre con nata entre las láminas en el que el hojaldre resbala sobre
la nata cuando cortamos el pastel. Si además la nata tiene sorpresa, estaríamos
ante un fósil en la homología…pero de esto trataremos en otra entrada.
El autor de esta entrada
es Ernesto Aguirre Igartua. Cuando nos acompaña por nuestras correrías
montañeras, aprendemos cosas nuevas, que a veces tienen que ver con la geología.
Comentarios