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SI TE ATAS CON UNA CUERDA, ¿POR QUÉ NO TE PONES EL CASCO?


El casco es un equipo de protección que, en el mundo de la escalada, tiene una curiosa particularidad: Todo el mundo tiene uno, pero nadie se lo pone.

Nadie es exagerar.

Parece ser una costumbre que depende de la actividad que se pretende realizar:





  • En escalada clásica y vías de largos equipados, escalada en hielo, alpinismo y terreno de aventura, la costumbre es llevarlo. 
  • Por el contrario, si vas al rocódromo o a áreas de escalada deportiva en roca, es raro ver a los primeros con el casco, y mucho más raro ver a los segundos o a quienes suben en polea.


Hace poco, en un rocódromo una niña de 12 años escalaba una vía de primera y le aseguraba su propio padre. Iba sin casco. Le pregunté al padre si la niña no se ponía el casco y me contestó que sí, que lo tenía.

No es el único caso de ambivalencia entre los verbos “tener” y “poner”. Con los crampones ocurre lo mismo.

Está claro que no es la primera vez que se ve algo así. De hecho, estamos acostumbrados a verlo y a hacerlo, y a nadie parece importarle mucho.

¿Por qué este rechazo a ponerse el casco?

Probablemente se deba a múltiples factores. Hay quien dice que da calor y que molesta. Yo creo que eso es una excusa. Si fuera por comodidad, ¿quién se iba a poner unos pies de gato?

Quizá una de las razones se encuentre en los mensajes que recibimos. Veamos algunos ejemplos:

En la foto inferior, varias revistas y guías de escalada. Nadie lleva casco





...y más guías...



...y seguimos sin ver un sólo casco. Bueno, en principio, se podría pensar que las guías no tienen porqué tener en cuenta este detalle. Al fin y al cabo, no pretenden formar en la práctica de la escalada segura.

Y los manuales de escalada?



Aquí ya la cosa es más difícil de explicar. Se supone que son manuales para ayudar a la gente a llevar a cabo una práctica responsable...




Eso sí, sin casco parecen almas libres, ajenos a todo...




Y los cursos que se ofertan? Más de lo mismo.




¿Y los encuentros partrocinados/organizados por las federaciones de montaña y escalada, ayuntamientos y/o Consejo Superior de Deportes?




Hasta las marcas comerciales de material de montaña ofrecen estas fotos.

Debajo, en la tercera advertencia, cita textualmente: conocer los riesgos inherentes a la escalada, y emplear las técnicas útiles para reducirlas al mínimo...




También hay portadas donde aparecen escaladores con casco, por supuesto, aunque son más difíciles de encontrar:

Una de las pocas guías encontradas:



y tres fantásticos manuales sobre seguridad en escalada:





En contraposición, la espeleología: Una disciplina que nos lleva años luz de distancia...en todo: Si tenéis la suerte de encontraros con alguno de estos mamíferos, aprovechad porque tenemos mucho que aprender de ellos.




Comentarios

Unknown ha dicho que…
Tienes toda la razón del mundo, el ver a compañeros y jovenes escaladores a los que aconsejas de la mejor forma posible haciendoles ver un aliado en el casco, es una cosa que poco a poco puede ir concienciando a una minoría,m pero lo mas preocupante es lo que mostrais en este articulo. Portadas de manuales que dejan mucho que desear, pero quizás los que má fuerza puedan tener en la concienciación de esta buena práctica, sean los grandes escaladores que aparecen en revistas, reportajes, documentales, etc... y que son como dioses y un ejemplo a seguir para muchos. Ellos crean escuela, tendencia,....así que si aparecieran con el casco puesto y harían campaña, esto se solucionaba en un tris. Quizás pueda ser comparable al uso del casco en ciclismo. Un saludo y gracias por el artículo
Quiero ir al monte ha dicho que…
Totalmente de acuerdo. Hay que recordar que hasta hace pocos años nadie se planteaba esquiar con casco, y a día de hoy es un equipamiento casi inprescindible. En cuanto al papel de escaladores de élite y medios especializados, habría que preguntarles, en primer lugar, si son conscientes del poder mediático que tienen y, en segundo lugar, si piensan hacer algo al respecto. A estas alturas, al menos los medios especializados ya deben tener claro qué papel quieren jugar en el mundo de la montaña.

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