

Como decíamos en la entrada sobre Ejercicio físico y calor, el intercambio de temperatura que se da entre la piel y el exterior se produce a través de diferentes mecanismos:
Evaporación,
conducción,
radiación
y convección.
La evaporación es el único mecanismo que NO puede aportar calor al cuerpo.
MECANISMOS TERMORREGULADORES
Cuando el ambiente exterior es frío, el cuerpo reacciona poniendo en marcha tres mecanismos termorreguladores:
- El temblor.
- La activación del sistema nervioso (que provoca la contracción en la musculatura lisa).
- La vasoconstricción periférica (los vasos se contraen y dejan pasar menos sangre).
Las dos primeras respuestas producen más calor, mientras que la vasoconstricción evita la pérdida de calor limitando la cantidad de sangre que llega a la piel y las extremidades.
Nuestra ropa y la capa de grasa subcutánea favorecen el mantenimiento del calor, actuando como un aislante, pero los problemas aparecen cuando, a pesar de todo, el cuerpo sigue perdiendo calor.
FACTORES QUE ACELERAN LA PÉRDIDA DE CALOR
Las pérdidas de calor son directamente proporcionales a la diferencia de temperaturas entre el cuerpo y el exterior (a mayor diferencia, mayores pérdidas), pero hay, sobre todo, dos factores que aceleran la pérdida de calor:
Las pérdidas de calor son directamente proporcionales a la diferencia de temperaturas entre el cuerpo y el exterior (a mayor diferencia, mayores pérdidas), pero hay, sobre todo, dos factores que aceleran la pérdida de calor:
- El viento: El viento aumenta las pérdidas por convección y por conducción.
- El agua: El contacto de la piel con el líquido produce pérdidas de temperatura a gran velocidad, principalmente por conducción (la pérdida total de calor de un cuerpo sumergido en agua es cuatro veces más rápida que la registrada en contacto con el aire a una misma temperatura). Si, además, el agua que está en contacto con el cuerpo está en movimiento, la rapidez con la que se pierde calor aumenta, así que, cuidado con los descensos de ríos y barrancos, incluso en verano. Por supuesto, cuidado también con la ropa sudada en nuestras excursiones invernales.

RENDIMIENTO
El ambiente frío también influye en nuestra capacidad para llevar a cabo una actividad física a pleno rendimiento.
Hacer ejercicio va a aumentar la temperatura corporal, pero hay que tener en cuenta que el frío va a afectar negativamente en nuestras capacidades físicas:
- El frío puede no llegar a influir en el rendimiento físico cuando el cuerpo es capaz de mantener la suficiente capacidad de producción de calor. Lo que ocurre es que cuando el ejercicio se prolonga en el tiempo las reservas energéticas pueden decaer, provocando un descenso en el ritmo de producción de calor.
- Nuestro rendimiento muscular disminuye con el frío, adelantando la aparición de la fatiga. Si es necesario mantener la función muscular, será a costa de un mayor gasto energético.
- Parece ser que la liberación de grasas, para su utilización como fuente de energía en esfuerzos de larga duración, disminuye con el frío (si queréis saber más sobre el metabolismo energético, pinchad aquí). Ello dificultaría los esfuerzos de larga duración, que quedarían a expensas del aporte de hidratos de carbono y una abundante hidratación.
En definitiva, nuestro cuerpo va a requerir de un mayor aporte energético cuando de encuentra en un ambiente frío, y ese aporte va a ser mas difícil en la medida en que nuestra exposición al frío sea más prolongada.
IMPORTANTE
La tolerancia al frío de hombres y mujeres es similar, cuando se comparan hombres y mujeres de masa grasa, tamaño y nivel de condición física similares, pero en el caso de los niños es diferente:

- En los niños/as, la proporción de superficie corporal con respecto a la masa corporal es mayor. Es decir, tienen proporcionalmente más superficie de piel que los adultos.
- En los niños, el calor tiene más superficie para disiparse, así que las pérdidas de calor son mayores que en los adultos. Atentos con ellos.
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