Las raquetas de nieve son un medio de progresión en montaña muy apropiado para terrenos llanos donde la nieve complica la deambulación.
El uso de las raquetas de nieve tiene sus limitaciones, y debe hacerse con las debidas precauciones.
La forma de las raquetas de nieve aumentan la superficie de apoyo sobre la nieve, de manera que la presión que se ejerce sobre el manto nivoso disminuye.
Este fenómeno físico es una ventaja si no queremos hundirnos en la nieve, pero supone un grave inconveniente en las siguientes situaciones:
SITUACIÓN 1:
Cuando debemos
ascender, descender o atravesar a media ladera (recorrido de una
ladera “de un lado a otro” sin perder ni ganar altura) una
pendiente pronunciada en la que, debajo de la capa de nieve
superficial, nos encontramos con una capa de nieve dura o helada.
En esta situación, las raquetas, incluso aquellas provistas de
crampones (puntas de hierro situadas en la parte inferior que se
encuentran en algunos modelos de raquetas), no serán capaces de
ejercer la presión necesaria para clavarse en la capa de nieve dura
o hielo, lo que puede provocar una caída.

SITUACIÓN 2:
Cuando el manto nivoso
tiene un gran espesor y pretendemos ascender, descender o atravesar a
media ladera una pendiente pronunciada. En esta situación, la
raqueta puede provocar que nos deslicemos ladera abajo por la
imposibilidad de ejercer una presión “hacia abajo” para trazar
una huella. Lo más que conseguiremos será un “zueco” que
impedirá que tracemos la huella y deslizará sobre la nieve que
tengamos debajo, provocando la caída.
Cuando la ladera está
helada y pretendemos ascender, descender o atravesar a media ladera
una pendiente pronunciada. En esta situación, los crampones
serán efectivos si se clavan en el hielo. Hay que tener en cuenta
que la raqueta es rígida, y se puede dar el caso de que la forma del
terreno haga que la raqueta se apoye sobre el terreno en dos o tres
puntos elevados, dejando los crampones en el aire e imposibilitando
que se claven en el hielo. Esto, evidentemente, puede provocar una
caída.
Si vas a realizar algún
recorrido con raquetas:
- No realices itinerarios en los que se deban ascender, descender o atravesar a media ladera fuertes pendientes.
- Si no te queda más remedio, valora la posibilidad de pasar sin raquetas. Si crees que puede darse este caso durante tu excursión, tiene dos opciones:
Opción 1: Cambia de
excursión (antes de salir de casa)
Opción 2: Si sabes cómo
utilizarlos, llévate un par de crampones y un piolet. Si no, opción
1.
Recuerda que las raquetas no son apropiadas para realizar
ascensiones. Para eso te llevas los esquís de travesía o vas “a
pelo”, abriendo huella, turnándose el grupo y sudando la gota
gorda.
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